La poesía

Bruno Kampel

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Metal negro te posee. Tu alma es hecha para mí.
Déjame beber tu sangre. Yo seré tu seductor.
No te alejes, vente cerca. No des muestras de pudor.
Que mi ritmo te posea. Yo fui hecho para ti.

Algo llena tus sentidos. Vibras, saltas, frenesí.
Escuchaste las campanas. Yo soy signo de terror.
Me das todo, nada queda. Te brindaste con dolor.
Sensación tan penetrante, nunca, nunca la sentí.

Ya no temas, lentamente, suavemente caerás.
Date, date por completo, que tu alma perderás.
No te duele el sacrificio, pues tendrás tu merecido.

Lo que esperas es inútil, ya no tienes salvación.
Al caer sobre el cadáver de tu antigua ilusión
sentirás -eso es seguro- que al Demonio has seducido.

Abreme tu alma, dejame ser parte de ti,
con muchos gritos y aullidos mi soledad clama por ti...

tu tienes la llave que tanto tiempo he buscado
damela y abriré mi alma
y te encenare lo que tengo oculto
dentro de mi mundo obscuro...

y si tu me dejas, yo seré tu cruz y tu consuelo,
tu amante o tu verdugo y la puerta que tanto tiempo
estuvo serrada a tu solitaria alma...
deja que conozca los lugares ocultos que
hay dentro de ti.

Saber cuales son los secretos que tienes
encerrados en tu hermosa alma...
ven a mi y seré tu noche, tu mundo mágico
y tu crepúsculo.

y tu serás el sol con el que tanto e sonado
en mis noches obscuras y sombrías...
y si tu y el tiempo me lo permiten,
conquistare tu hermoso corazón.

Una nueva personalidad inundó mi ser
y me ha dicho que contigo hacer
tengo una idea, hagamos un juego
y según mis reglas ganaré desde luego

Es hora que pruebes ala miseria que me hiciste pasar
es hora de hacer crujir la piel..., y verla sangrar
y mas vale que no quieras cambiar el camino
de una de mis balas puede hacer eterno tu destino

Toda mi vida creí en tu mentir
pero ahora vas a ser tu la que vas a sufrir
porque vas a ser la primera que el filo de mi navaja sienta
y la ultima que me humille y mienta.

Las bestias me aguardan
y tu estas presente
mis prejuicios me matan
y destrozan mi mente

El tiempo de partir ha llegado
el tiempo de matar ha terminado

Hoy el cielo está de duelo
un nuevo asesino parte hacia el cielo

Cuantas provocaciones, cuantos insultos
cuantas palabras y sueños abruptos
el viaje es largo y voy a extrañar
el gusto y la sangre de volver a matar.

En la oscuridad de la noche
EL miedo gotea
Y alcanza a mi alma
Despierto en medio de las sombras
Y la inmensa soledad me atrapa
Sin buscar la salida
Me rehusó a aceptar la muerte
También me rehuso a aceptar la vida
Las flores de sangre
Se abren al cielo
Y la lluvia de tristeza
Alcanza al misterio
El abismo busca víctimas
Y la noche protegidos
La pluma vuela sobre el papel
Las ideas vuelan sobre el mundo
Pero al final no importa
Al final todos morirán.

somos los hombres al borde del abismo
somos los hombres de la edad sombría
somos los hombres al borde del abismo
donde siempre hemos estado y estaremos
y no es abismo si no un pantano espeso
somos los hombres de la edad sombría
más cerca del fin y lejos del principio
y no es abismo si no un pantano espeso
donde siempre hemos estado y estaremos
hundiendonos cada vez más hondo
en la densa manigua de la edad sombría.

¿Qué es poesía? Dices mientras clavas
tu indiferencia en mi silencio tonto
¿Qué es poesía? ¿Y encima tu me lo preguntas?
¡Poesía sería
que mueras pronto!

Cuando llegue la hora cualquiera
de reciente llamada escondida
cuando quite mi voz de repente
la estúpida brisa

cuando el llanto de idiotas parientes
inunde mi herida
servido en madera caliente
acostado en el piano sin dientes
con mi cara dormida

¡te lo ruego gusano severo
comienza y comienza deprisa!

Tu camino a través de mi vientre
De mis venas escondidas...

Si apeteces podrías saciarte
de mi ultima comida

mas comienza, comiénzalo pronto
ante aquellas miradas perdidas...

Haz que estalle mi cuerpo verdoso
has que vuele en sus rostros mi cría
haz que vean que dentro en mi boca
de algodón una bola escondía...

¡Te lo ruego, mas bien te lo ordeno
como ruega la tonta comida!

No aguardes ni al nicho abierto
Ni a la tierra estremecida...

comienza allí en reunión diversa
de gente adormecida...

entreténlos mostrándoles cuanto
mi piel los aborrecía

permíteme ser literal
al decirles que me "pudrían"
y no olvides cuando huyan en vano
dibujar en mis labios hinchados
un esbozo de sonrisa...

Como una mariposa
se ha mecido la angustia
en nuestras vidas.
-No ignorará el poema
el aleteo opaco
con gritos de violencia.

Se ha partido mi alma...
Nada aquí se detiene.
La sangre a borbotones,
los ancianos, los niños,
las mujeres...

Me resisto a creerlo.
Nada cambia la aurora
y entre charcos de sangre
¡Se nos muere Colombia!.